domingo, 17 de enero de 2010

Reflexiones

Entrando en contacto con las lecturas que cito, me dio la sensación que se puede interpretar que los artistas parecen más preocupados por lo que el público pueda aportar a su obra que lo que el artista a través de su interés y su implicación pueda aportar a la comunidad.

Al fin y al cabo, lo que se está utilizando como criterio para establecer estas categorías es del grado de participación y aceptación de la obra por parte del público y la visibilidad máxima que pueda alcanzar el proyecto. Y no lo que el artista pueda conseguir en favor de la comunidad.

He tenido la sensación de que en ningún momento se pretenda huir de los circuitos artísticos más que para “coger” material, contenido y colaboradores que hagan posible la realización de estos proyectos.
Se habla en todo momento del compromiso que pueda llegar a tener el público con la obra y no se hace ninguna reflexión en la dirección contraria.

Del mismo modo ocurre con los posicionamientos de los artistas. Estos son algunos de los ejemplos que aparecen el texto a propósito de este tema:
“El artista como informador se compromete con un público no solo para informarle sino también para persuadirle”. 1
“Los artistas se convierten en catalizadores para el cambio posicionándose como ciudadanos activistas”. 2

Tras estas definiciones se deja ver el carácter mesiánico que se le otorga al papel de artita.
Estas dos frases llamaron especialmente mi atención en la primera lectura que hice sobre el texto Modos de hacer de Paloma Blanco. Aunque también tengo que decir que la lectura de este texto me ha sido de gran utilidad y me ha ayudado a ubicarme mejor en el tratamiento de temas relacionados con el arte público.

Notas
1 Blanco, Paloma, AAVV., Modos de hacer,”Explorando el terreno” Salamanca, Ediciones de Universidad de Salamanca, 2001. p. 34.
2 Íbidem, p. 35.


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